Cuántas veces oímos, o decimos que nuestro perro vive bien, que vive mejor que quiere, que ya quisiéramos nosotros.. y cuantas veces esta frase esconde una mentira detrás.
Los propietarios nos orgullecemos de lo bien que tratamos a nuestro perro porque le damos tal pienso carísimo, porque lo sacamos 3 horas al día, porque lo llevo al mejor veterinario, etc. Y es cierto que eso es para enorgullecerse, el querer darle una vida digna y de calidad a nuestra mascota dice mucho de nosotros. Pero también nos hace caer en una reflexión: ¿es eso todo lo que necesita mi perro?.
Muchism@s dueñ@s dirían que eso es todo lo que necesita un perro. Pero no es así. Nuestros perros necesitan mucho mas; necesitan que los dueños nos percatemos que el perro es un ser inteligente, emocional, que solo saciando sus necesidades físicas y de alimentación no es suficiente.
Tampoco es necesario que a ese tiempo que dedicamos al perro le sumemos más tiempo para hacer otras cosas, no es eso a lo que nos referimos; solo queremos dar a entender a propietarios y guías que si tu perro pasea hora y media todos los días, es mucho mejor que pasee una hora y cuarto y que dediques ese cuarto de hora a hacer una actividad de estimulación mental para nuestro perro. Es aumentar su calidad de vida. Es disfrutar con nuestro perro. Es hacerle un perro más fuerte. Es ayudarle a gestionar mejor el estrés y la ansiedad. Es enseñarle cosas o acciones que luego nos pueden ser útiles en nuestra vida diaria con el. Es aumentar y reforzar tu vínculo con el.
¿Por qué es importante este “hacer pensar al perro”? Pues porque como todo mamífero nuestros perros vienen con un número altísimo de neuronas cuando nacen, cuantas más vayan usando, más redes neuronales crearan asociadas a situaciones, acciones, conductas, aprendizajes, gestión del estrés, situaciones negativas, dando a nuestro amig@ un soporte fisiológico más fuerte que le dará de verdad ese plus de calidad de vida. Cualquier perro y a cualquier edad puede empezar a pensar…no hay ningún caso perdido, hoy es un buen momento para empezar, sea tu amigo un cachorro de meses o un abuelito de 9 años.
Si nuestros perros vivieran libres se pasarían el día pensando: ¿qué comeré? ¿hacia dónde voy ahora? ¿donde duermo? ¿donde cazo? y así todas las preguntas que queramos formular. Nuestros perros de casa tienen la vida hecha: ahora salgo, ahora como, ahora duermo. No piensan. Y es más, ese “no pensar” hace que ciertos perros generen problemas de ansiedad, agresividad, miedos, estereotipias… Todos los perros necesitan un trabajo, y esa estimulación mental puede ser su trabajo, que haga que esa perro comience a cambiar, comience a ser más feliz, a usar su cerebro, a confiar más en su guía, a divertirse con él, a realizar actividades fuera de su rutina diaria de paseos, sofá y pelota, a tener un soporte fisiológico que le permita decidir que hacer ante el encuentro con el perro mas chulo del barrio, a fomentar esas redes neuronales que pueden hacer que nuestro perro cuando sea viejecito no genere déficits cognitivos, a que si un dia se pierde, tenga un sustrato neuronal que le permita pensar y orientarse para volver al guía, a sentirse realizado, a sentirse perro, a sentirse feliz, útil, en definitiva a sentirse INTELIGENTE.
¿Cómo puedo hacer pensar a mi perro? Nuestro perro puede pensar de mil maneras: desde dar paseos por sitios diferentes para que reciba estimulación sensorial diferente, enseñarle conductas básicas de obediencia básica, enseñarle trucos para reírnos con él (como dar la pata, hacerse el muerto, y así hasta el infinito..), buscar comida por diferentes sitios de su espacio, jugar con unos de esos juguetes interactivos del mercado, oler diferentes sustancias que le preparemos en el parque (zumos, colonia, especies, caldo de pollo, que hagan todo más rico e interesante), trabajar la llamada en cada paseo cuando nuestro perro vaya suelto, practicar cualquier deporte con el (agility, disc dog, trickdoggin, OCI, HTM, IPO, MONDIO, canicross), escondiendo cosas en cajas o mochilas, haciéndole laberintos con las sillas de casa, hacerle pisar diferentes superficies, trabajando con él cosas que ya pensamos que sabe hacer (si sabe sentarse, pues trabajar permanencias…), haciéndole buscar su pelota en el descampado donde lo paseamos en lugar de tirarsela mil veces y así todo lo que se nos pueda ocurrir…nuestra imaginación es el limite…y esta no tiene límite.
Debemos hacer hincapié que la manera de hacer pensar a nuestro perro debe ser de manera respetuosa, tranquila, que no cree estrés o ansiedad, que le ayude a disfrutar no a meterle presión o exigirle; siempre debemos pensar que necesita nuestro perro y cómo ayudarle a conseguirlo no en que necesito yo de él y como presionarlo para que me lo de.
El hacer pensar al perro es una faceta necesaria en su vida, en su dia a dia, para que nuestro amigo sea más feliz, para que se sienta más realizado, para que gane calidad de vida, para hacernos disfrutar juntos, y sobre todo porque lo necesita, tanto como comer, pasear o ir al veterinario.
Asi que hoy es un gran dia para hacer pensar a nuestro perro y asi disfrutar con el, ADELANTE!!!!
Equipo SENDA CANINA
Una idea sobre “¿Piensa nuestro Perro?”
Esto es todo cierto!!! Desde que mis perris hacen más ejercicio, saben habilidades, juegan con nosotros…. son más equilibradas y tranquilas cuando tienen que serlo. Es una pasada trabajar con ellas y disfrutar cada momento, viendo como aprenden. En fin!! que voy a decir yo de mis perritas!!!