Este artículo no intenta ser de utilidad para profesionales, sino solo dar un poco de luz a esos propietarios que tienen duda sobre que es adiestramiento, sobre que necesita su perro. Nunca será nuestra intención escribir artículos que quiera sentar cátedra, sino solamente ayudar a las personas de a pie a mejorar su relación con su perro y darle a este un aumento en su calidad de vida. Por eso creemos que este tipo de artículo ayudará a saber que puede necesitar tu perro.
A menudo escuchamos frases del tipo: “mi perro no me hace caso”, “es muy desobediente”, “voy a tener que ponerme duro con él”, “se está pasando de la raya” y entonces ese dueño comienza la búsqueda de un adiestrador que meta a ese perro en el buen camino.
Existe la creencia popular de que un perro adiestrado es como un robot, marine o soldado, que obedecerá ciegamente ante cualquier orden de su dueño o “amo” y que si no responde podremos y tendremos que regañar a ese perro por esa desobediencia.
Pensamos que aunque le hayamos enseñado a mi perro a sentarse en la cocina, o en el centro de tal adiestrador con un collar eléctrico, luego mi perro debe saber que le estoy pidiendo en cualquier lugar o ambiente. Y debe responderme. Es normal que los propietarios de perros no sepan de aprendizaje animal, y por eso queremos explicar un poco este proceso.
Nuestros perros aprenden por IMÁGENES MENTALES, es decir, aunque tu perro sepa sentarse en la cocina, o en tu casa, es porque para él SIENTA está asociado a ese entorno, a ese movimiento musculoesqueletico, y a esa señal o comando que nosotros damos. Para conseguir que nuestro perro responda a esa señal/ comando en cualquier sitio debemos de ayudar a nuestro perro a crear un proceso de generalización de ese comportamiento. ¿Qué quiere decir esto?, que tenemos que enseñar a nuestro perro que SIENTA es también sienta en el parque, en la calle, en Madrid y en Pekin (como decía mi madre).
Cuantas veces en esas reuniones de parque alguien dice: mira lo que he enseñado a mi perro, y entonces empieza el show. El pobre perro está en su parque de paseo, con sus amigos perros o simplemente andando. EL dueño empieza a pedirle comandos pobremente entrenados en un ambiente conocido y ahora exigidos en un sitio en el que nunca los ha realizado. Sin tener la atención del perro con él, sin saber si el perro está escuchándole, sin preocuparse de comprobar si su perro sabe lo que le pide, como si su perro fuera un viejo Pentium 133 con el sistema operativo MS DOS en el cual tú podías escribir la acción que querías realizar.
Creemos que por tener un pastor alemán, un pastor belga, un perro de aguas o un labrador eso significa que nuestro ordenador es mejor. Que realizará las tareas que queremos de una manera más eficaz y rápida. Y bueno es cierto que hay ciertas razas que poseen mejor hardware que otras, pero eso no significa que tu labrador necesite menos entrenamiento que otro para poder realizar algo correctamente en cualquier ambiente.
A veces se manejan los perros como si funcionaran con el MS-DOS. Utilizamos un lenguaje con ellos que a veces funciona, pero que en la mayoría de ocasiones se ha quedado obsoleto. Es una relación fría, simple y que no tiene en cuenta nada de lo que sucede realmente en la cabeza del perro.
Esto es básicamente lo que sucede en la cabeza de nuestro perro cuando intentamos manejarlo como un robot o un soldado. Lo que casi siempre funciona en nuestra casa o en lugares conocidos o tranquilos no funciona en otros entornos. Empiezan a salir las lagunas del aprendizaje, no sé bien si mi perro se sienta con la orden SIT, SIENTA, si se lo tengo que decir más fuerte, si le digo PLATZ que es como mas de regañar, y al final el resultado es el mismo, el perro no comprende que le estamos pidiendo, no es capaz de recibir y procesar correctamente la información que le transmitimos para ejecutar la respuesta adecuada en ese momento. AL final muchas de esas órdenes en la cabeza del perro crean ese mensaje: ILEGAL COMMAND: SIT. Y nosotros a veces no nos damos cuenta. Y volvemos a repetir, y a decir más fuerte, a cambiar el comando, a pedir otra cosa, sin darnos cuenta de que en ese momento hay más cosas en la cabeza del perro que actúan para poder hacer una correcta ejecución (a lo que nosotros pedimos… que quizás a veces no es la ejecución correcta para el perro, como cuando se le pide que se siente en el veterinario y el perro está asustado…)
Hay muchos adiestramientos que no tienen en cuenta ese algo mas que hay en la cabeza del perro. Enseñan al perro varias cosas y al dueño que hacer si el perro no las hace. No se preocupan del estado de ese hardware, ya que como ordenadores deben de funcionar siempre. EL perro no es una máquina, no es un electrodoméstico, no es un robot, no es un ordenador, no es algo estático, es un ser vivo, y su funcionamiento es dinámico, no siempre estarán en el mismo estado. Deberé ayudar a mi perro a estar en ese estado que deseo la mayor parte del tiempo, deberé enseñar a responderme en varios estados, a captar su atención y sobre todo a comprender que habrá momentos que no le puedo pedir o exigir ciertas cosas ya que su estado es más complejo de lo que un pantallazo de MS-DOS puede reflejar.
Hace ya muchos años que el paradigma del procesamiento de la información es la mejor manera para explicar el comportamiento animal. Este, introduce un paso más en la ejecución de una tarea: ENTRADA DE INFORMACION – PROCESAMIENTO – RESPUESTA.
Pero aún así hay que dejar claro que esas 13 letras que son PROCESAMIENTO llevan implícito muchísimo más. Desde un punto de vista reduccionista cualquiera puede decir que ese procesamiento es pensar y que el perro recibe mi orden, piensa que tiene que hacer y debe ejecutarla (y si dicen pensar ya es algo…)
Esa palabra procesamiento que hemos puesto en ese mini diagrama de flujo incluye una infinidad de variables que pueden hacer a mi perro ejecutar un comportamiento de una manera u otra. Esas variables van desde el estado emocional de mi perro en ese instante (ya que los perros sienten, y no siempre están en el mismo estado emocional, al igual que tu y que yo…), el estado físico (que este más cansado o menos, que haya comido o no…), su nivel de ansiedad (ante esa situación o los hechos ocurridos antes de ella), su recuerdos sobre ese ambiente o esa orden que pedimos (aquí se evocara ese estado emocional que hemos generado entrenando, es decir si algo se lo h enseñado a mi perro de mala manera o con brusquedad cuando se lo pida ese comportamiento también llevara a ese estado…), el lugar donde se lo pedimos (ya que no será igual hacer algo en mi casa que en el parque que en un sitio desconocido, que en un lugar con ruido que asusta a mi perro…) o las características de ese individuo (si le pido a un labrador o a un perro de aguas que cobre un objeto le será más fácil que si le pido que se suba a un árbol, ya que cobrar es algo propio de esas razas y autosatisfactorio de por sí).
Por esa razón mi perro (igual que el tuyo) no actúa igual en cada situación. Por esa razón hay veces que no hace caso. Por esa razón es que a veces no responde como queremos. Por esa razón es que a veces se asusta. Por eso a veces responde como si fuera lo que estaba deseando hacer.
Y este ejemplo que hemos estado siguiendo con un comando o señal podemos extrapolarlo a miles de cosas. Podemos cambiar esa orden por un acontecimiento (cruzarnos con alguien en el ascensor), un ruido (no es lo mismo el timbre que un petardo), una persona (no es la misma reacción ante alguien conocido que ante alguien desconocido)o cualquier cosa que se nos ocurra.
Un buen adiestramiento debe ayudar a mi perro a ser lo más estable posible dentro de esa cantidad de situaciones posibles, pero sobre todo debe enseñar al GUIA a comprender a su perro y a explicarle que implica ese estado emocional. A explicarle cuando pedirle o exigirle algo al perro es o no es posible, a saber leer las necesidades de mi perro en cada momento, ayudar gestionar o superar situaciones que sean o no de su agrado, en definitiva a hacer equipo y a ser un binomio de verdad. Cambiar el puesto de DUEÑO o AMO por el de GUIA.
Y no todos los perros necesitan adiestramiento, sino que algunos necesitan TERAPIA DE COMPORTAMIENTO. ¿Qué queremos decir con esto?, que a algunos guías y perros con problemas de comportamiento habrá que enseñar a gestionar y manejar esa cantidad de cosas que afectan a ese estado general del perro y ayudar a ese perro a resolver satisfactoriamente las situaciones/ encuentros / perros que generen esas conductas desadaptativas.
Porque si quieres mejorar la relación con tu perro deberás aprender a entender y manejar todos los globos de la derecha de la imagen. Ese es el verdadero reto. Tanto para la gente de a pie, como para la gente que compite con su perro, como para la gente que trabaja con ellos…
Esto no siempre ocurre y por eso se entra en esa relación informatizada y que poco resultado da en todos los ámbitos (particular, competición y trabajo). Por eso esperamos que si lees estas breves palabras des un paso más allá y cuando tu perro no actúe como tu esperas evalúes esa gran cantidad de variables que pueden afectar a su comportamiento antes de enfadarte o regañar porque si.
Porque la cabeza de tu perro hace tiempo que es mucho más compleja que cualquier ordenador.
Nosotros apostamos por ese modelo de educación y relación con el perro. Dar y comprender antes de exigir.
Ser un equipo y SEGUIR LA SENDA…